Olvido que resisto

Olvido que resisto

 

Extraño tus molinos de viento y los océanos que a nado solías cruzar, extraño que me mires con ojos claros, que susurres en almohadas tibias los nombres de hijos imaginarios, de cachorros burlescos, que sonrías con olor a canela, que me grites de pena, que me quieras. Extraño las charlas de garajes oscuros, en latidos de pechos anchos e intensos, de aventuras de hotel, de calles tristes de azares y próceres cómplices. Extraño odiarte por segundos, el motor sórdido, las baldosas ocres, las lluvias imprevistas, tus sorpresas intimas y tus intimas desilusiones, extraño ser aquel que fui y aun hoy vivir aquello que fue. Nos es tristeza de un futuro rebelde a mi voluntad, es resignación al idilio que en los kilómetros enterré, a un yo que mi soberbia sucumbió, abandonandome, huérfano de ti, vida y mas. En el dejarte te quedaste con  mi yo que irónico ríe a la distancia, que no prueba compasión que en el extrañarte hace victoria y patria, que me escribe de vez en cuando y me narra cuentos del “como estas” y que hoy feliz, sabe, no volverás.

 

La vida es tirana y me arrastra lenta a este olvido que resisto.

LKMV